A lo largo de este artículo vamos a mostrarte que son los probióticos y cuando los deberían usar los niños para disfrutar de sus beneficios. Es importante usarlos de manera adecuada y con control para evitar efectos adversos.
1 Qué son los probióticos
Los probióticos también son conocidos en muchos casos como suplementos alimenticios. Cuentan con microorganismos vivos que se destinan a mantener las bacterias buenas del cuerpo.
Es importante no confundir probióticos con prebióticos, lo cual suele ser muy común. Estos últimos destacan por ser alimentos que tienen como objetivo actuar como nutrientes en la microbiota humana. En este caso, se suelen usar principalmente para mejorar el equilibrio de los microorganismos del menor.
Para hacernos a la idea, podemos decir que los probióticos se encuentran en muchos alimentos del día a día, aunque en ocasiones hay que tomarlos de manera suplementaria. Por ejemplo, pueden encontrarse en el yogurt y en otros lácteos.
2 Cómo afectan los probióticos a los niños
Se ha demostrado que son muchos los antibióticos que pueden provocar efectos secundarios en la salud de los menores. Por ese motivo, son muchos los profesionales que invitan a los niños a tomar probióticos para conseguir que esos efectos secundarios no se noten tanto en los menores.
Como hemos comentado, muchos antibióticos no solo luchan contra las infecciones provocadas contra las bacterias malas, sino que también acaban con un buen porcentaje de las bacterias buenas. Eso puede provocar molestias intestinales y también diarreas en los niños, de aquí que sea tan importante luchar contra el problema para que no se desarrolle. Y qué mejor manera que aportar una dosis extra de probióticos con Lactobacillus rhamnosus. De esa manera, las bacterias del intestino vuelven a la normalidad en menos tiempo, es decir, la digestión del menor será más sencilla. De esta manera se reduce el riesgo de sufrir diarreas fuertes.
Según nos indican los expertos, los menores pueden disfrutar de todos los beneficios de los probióticos gracias a que las bacterias son capaces de sobrevivir al sistema gastrointestinal hasta que llegan al colon o el intestino delgado. Una vez que llegan a esa parte del cuerpo, es el momento en el cual las bacterias probióticas comienzan a aportar a los niños los beneficios. Es decir, ayudan a mejorar el equilibrio de la flora intestinal, sin olvidar que también ayudan a que el sistema inmunitario esté más fuerte.
Eso sí, para disfrutar de todos los beneficios es fundamental que el alimento que incluye los probióticos esté a la temperatura adecuada o sino pueden morir y el menor no disfrutar de sus beneficios. Para conseguirlo, los alimentos que los incluyen deben conservarse en la nevera y no superar la temperatura de 4º. Si es superior, los microorganismos beneficiosos podrían morir y el niño no disfrutar de sus ventajas.
3 ¿Es bueno darle probióticos a los niños?
Como ya hemos comentado a lo largo de este artículo, los probióticos son microorganismos vivos que ayudan a que la salud de las personas sea mejor. No solo beneficia a los adultos, también son muy buenos para las personas más vulnerables como los niños o incluso los bebés. Eso sí, siempre se deben tomar adecuadamente para evitar problemas.
A través de muchos estudios se ha demostrado que los probióticos son muy útiles y sobre todo beneficiosos a la hora de luchar contra la diarrea de agua de los menores. Muchas de esas diarreas son provocadas por la ingesta de medicamentos que matan a buena parte de las bacterias buenas para el cuerpo. Por ese motivo se toman probióticos, los cuales ayudan de manera directa al cuerpo a mantener un buen equilibrio y en consecuencia reducir los síntomas de la diarrea. Y en caso de que se termine de producir, su duración será más limitada, por lo que la salud del menor sufrirá mucho menos. Pero no solo son buenos para luchar contra los efectos de los medicamentos, también para reducir los síntomas de las enfermedades inflamatorias intestinales.
Por otra parte, los últimos estudios han demostrado que los probióticos también son realmente útiles a la hora de reducir los síntomas del asma en los niños. Puede parecer algo contrario, pero los probióticos ayudan a que esos síntomas sean menores. Al igual que también se está estudiando si los probióticos pudiesen ayudar a que los niños pudieran tener menos síntomas alérgicos. También se está estudiando si podrían reducir las infecciones urinarias o incluso reducir las probabilidades que los niños puedan sufrir niveles altos de colesterol. Estos últimos están en fase de estudio, pero todo nos hace pensar que los probióticos podrían tener muchos más beneficios de los que se pensaban hace pocos años.
4 Dónde comprar probióticos para niños
Si por diferentes motivos los probióticos que se toman de manera natural no son suficientes, hay que saber que hay suplementos de probióticos para niños. De esa manera pueden tener el plus que necesitan y en consecuencia se consigue que su salud sea más favorable.
En la actualidad hay diferentes productos que ayudan a los menores a tener ese aporte extra de probióticos. Personalmente te recomiendo realizar la compra en Valentia Biologics, dónde se pueden encontrar probióticos en pastillas completamente testadas y de origen natural. A la hora de realizar la compra hay que mirar la cantidad y sobre todo la composición del producto. De esa manera puedes tener la certeza de que se adapta a lo que tus hijos necesitan.
Y una vez que los tengas en casa para proporcionárselo a tus hijos, será el momento de ver que cantidad es necesaria. Nunca debes dar más cantidad de la debida con el objetivo de que el problema se solucione antes. Siempre debes dar la cantidad adecuada y el organismo se encargará del resto. Recuerda, siempre tienes que optar por un probiótico para niños de calidad, aunque eso suponga tener que pagar un poco más de dinero. Uno de dudosa calidad no dará los resultados esperados o incluso puede que ponga en riesgo la salud del menor. Si no es un producto de garantía, será mejor que no se lo proporciones. Con la salud de los niños no se juega.