La audición es uno de los sentidos más importantes que desarrollamos desde el momento en el que nacemos. La audición además se relaciona directamente con el habla y la comunicación, por lo cual hablamos de uno de los sentidos más relevantes para el desarrollo cognitivo de un niño. La audición va a influir directamente en la forma en la que los bebés comprenden y conocen el mundo que los rodea.
Una de las dudas más habituales a las que se enfrentan muchísimos padres primerizos es la del desarrollo de la audición de su bebé. Es normal que conforme el niño va creciendo tengamos la duda de qué sonidos escuchan los bebés o cómo se va desarrollando su capacidad auditiva con el paso de los meses.
En los casos en los que nos damos cuenta de que algo no funciona, es importante que detectemos el momento exacto en el que el bebé empieza a mostrar signos de fallos de audición. En este artículo queremos prepararte bien con esta guía respecto a la audición en bebés para que sepas los momentos clave en los cuales el bebé debería experimentar a responder a los sonidos que lo rodean y qué hacer si un bebé muestra sus problemas audición.
¿Qué escuchan los bebés?
Como bien hemos mencionado, la duda de cómo y cuándo desarrolla la audición un bebé suele ser una de las más comunes en todos los padres. Saber que nuestro hijo reacciona a nuestra voz, que disfruta de la música que ponemos o que le presta atención a sus dibujos animados favoritos, componen momentos muy singulares y especiales en la vida de todos los padres.
Sin embargo, no todos los bebés desarrollan la audición de la misma forma y, por ello, es importante saber bien qué sonidos escuchan los bebés o cuáles son las habilidades que identificamos en nuestro hijo para poder detectar si este sufre de algún problema auditivo. Cuando un bebé nace, aunque sí ha desarrollado el aparato auditivo, el cerebro continúa sin estarlo lo suficiente como para que sean capaces de identificar bien los sonidos.
Un bebé recién nacido debería reconocer los sonidos de su entorno desde el inicio. Este debería ser capaz de reaccionar a los estímulos externos, y en las seis primeras semanas de vida también debería comenzar a memorizar algunos sonidos, como las voces de los padres. Más allá de esto, al igual que sucede con el resto de ámbitos, el desarrollo del aparato auditivo será distinto en cada niño y algunos de ellos presentarán mayor o menor atención a lo que les rodea.
Desarrollo de la audición en bebés por edades
Como ya hemos mencionado, resulta muy importante que tengas en cuenta cuáles son las etapas de desarrollo de la audición en un bebé desde el inicio para ser capaz de identificar que todo va bien. Los bebés escuchan todo tipo de sonidos en su día a día y algunos de ellos van a ser más sensibles que otros a los sonidos. No obstante, existen ciertos momentos y etapas por las que todos los niños deben pasar, ya que de lo contrario podríamos deducir que existe algún tipo de problema de audición con el niño.
Generalmente, hablamos de que, tal y como la Asociación Española de Pediatría dictamina que los bebés deberían comenzar a localizar los sonidos familiares a los cuatro meses. Entre los seis y los nueve meses estos deberían ser capaces de escuchar sonidos más lejanos y a los doce meses ya tendrían que reaccionar a los sonidos más fuertes y cercanos. A esta edad un bebé ya debería ser capaz de reconocer sonidos repetitivos e incluso reaccionar a la música.
De los doce a los quince meses, generalmente los bebés ya se deben haber acostumbrado a las voces y a los nombres de los padres y, por lo tanto, también deberían ser capaces de reconocer su propio nombre y reaccionar a este. Llegados a los veinticuatro meses, los bebés tendrían que empezar a imitar sonidos sencillos. A los treinta y seis meses un bebé ya debería haberse desarrollado lo suficiente como para poder emitir palabras y frases no demasiado extensas. A los cuarenta y ocho meses el bebé y ya debería ser capaz de elaborar frases más complejas y de comenzar a hablar.
El Instituto Nacional de Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación tiene a disposición de todos los usuarios una lista de control para la audición que puede utilizar los niños para detectar posibles problemas. En el caso de que notemos alguna anomalía, lo mejor será ponernos en contacto con nuestro pediatra para que este lleve a cabo las pruebas necesarias para evaluar su habilidad de escucha.
Otra opción también puede ser la de acudir a un centro especializado en atención auditiva, en el cual podrán realizarle una revisión al bebé. Es importante que en el caso de que se llegase a detectar algún tipo de trastorno auditivo en el bebé, se actúe lo más pronto posible para ofrecerle al niño las herramientas necesarias para poder llevar a cabo su desarrollo de forma natural y orgánica, para ello los audífonos pueden ser una ayuda excelente. Si necesitas comprar audífonos, en https://www.audifonos.es ofrecen asesoramiento audiológico especializado y disponen de una amplísima variedad de audífonos infantiles.
¿Cómo saber si mi bebé tiene problemas de audición?
En el caso de que te siguen quedando dudas respecto al desarrollo natural de la audición en los bebés, siempre está la opción también de que tengas en cuenta alguna información básica en relación con este aspecto. Hemos dicho que cada niño reacciona a los estímulos de una manera distinta y, por lo tanto, también es posible que tarde más o menos en desarrollar estas habilidades auditivas.
Sin embargo, la pérdida auditiva tiene ciertas características propias. Aunque cada niño puede presentar una pérdida auditiva de un grado diferente o de una forma completamente propia, lo cierto es que sí que existen ciertos signos en bebés de problemas auditivos genéricos, que son los que queremos explicarte a continuación.
- Cuando nos damos cuenta de que hay un ruido muy fuerte y el niño no se sobresalta en absoluto, puede existir cierto fallo de audición.
- Si pasado los seis meses de edad el niño no gira la cabeza hacia la fuente de sonido o no responde cuando lo llamas.
- Si llegado al año de edad tampoco es capaz de mencionar palabras sencillas como mamá o papá.
- En muchos casos se puede confundir una falta de atención con un problema auditivo. Una forma de probar esto es cuando el bebé se gira al verte, pero no se gira cuando únicamente lo estás llamando por su nombre. Otro ejemplo puede ser también aquellos casos en los cuales el niño no es capaz de seguir una orden o una instrucción que se le he dado, puesto que en estos casos podemos encontrarnos ante una pérdida auditiva parcial.
- En los casos en los que un bebé es capaz de identificar un tipo de sonidos, pero no otros, puede deberse también a que existe un fallo de audición que impide que pueda escuchar sonidos o graves o agudos o en escalas diferentes.
- Si el niño tarda en hablar pasado el año, o no es capaz de hablar de forma clara y continúa balbuceando, podríamos estar ante un problema de audición.
- En las ocasiones en las cuales el niño está viendo la televisión, pero necesita escucharla a un volumen excesivamente alto.
- En los casos en los cuales al hablar con el bebé nos damos cuenta de que este nos pide que repitamos las palabras previamente mencionadas con demasiada asiduidad, puesto que esto puede representar sin duda una pérdida auditiva, ya que el niño no es capaz de comprender con claridad un discurso completo.
- Si nos damos cuenta de que el niño tampoco se relaciona con otros bebés o de que permanece aislado, esto también puede deberse simplemente a que no es capaz de comunicarse debidamente por falta de escucha.