Los zapatitos de bebé son una de las prendas de ropa en la que más nos obsesionamos conforme el niño va creciendo y que siempre pensamos en ellas como indispensable, pero lo cierto es que tenemos que tener mucho cuidado con el calzado infantil, pues los pies de los bebés son una de las partes más delicadas del cuerpo y que más desarrollo conlleva, por lo que tanto la edad como el propio comportamiento del niño serán los mejores indicadores a la hora de escoger el calzado para un bebé.
Si te encuentras en esa fase maternal en la que tu bebé ha comenzado a mostrar interés por gatear o andar y estás empezando a plantearte comprarle algún zapato, espera a leer este artículo para comprender por qué es mejor esperar y qué tipo de zapatos son los que debes comprarle a tu bebé una vez que este realmente necesite calzarlos.
¿Cuándo empezar a poner zapatos a los bebés?
Esta es la pregunta estrella, no solo en madres primerizas, sino en cualquiera que se enfrente a la paternidad; pues es algo que no sabemos determinar con certeza y las tantas influencias externas contribuyen a hacernos dudar.
En muchas ocasiones nos dejamos llevar por la estética o nos dejamos convencer por la publicidad que nos anima a calzar a los niños cuanto antes, por lo que añadimos zapatos al conjunto del bebé sin saber que es un error y que puede terminar perjudicando al niño. Los bebés son bebés y continúan en desarrollo, por lo que debemos dejarlos crecer.
Tanto médicos como podólogos como expertos en pediatría recomiendan no calzar a un bebé hasta después de que este haya comenzado a andar, pues la estructura ósea del pie de un bebé tarda más tiempo del que pensamos en consolidarse y ponerle zapatos a un bebé a una edad muy temprana puede interferir en su desarrollo, terminando por causarle problemas futuros en los huesos.
Es por esto que lo más recomendable es dejar a los bebés descalzos el mayor tiempo posible. Al ponerle zapato a un bebé demasiado pronto perderán parte de su sensibilidad propioceptiva, esto es, la postura de las piernas, espalda y el equilibrio; y también exteroceptiva, es decir, del entorno, como pueden ser la textura o la temperatura de lo que tocan.
Durante sus primeros meses y un poco más del año, debemos dejar al bebé libre de zapatos para que puedan explorar y crecer de forma saludable. Los pies le permiten conocer su entorno y si los cubrimos con zapatos limitamos la percepción exterior e interferimos en la formación ósea de sus extremidades.
En definitiva, lo mejor es esperar hasta que el niño comience realmente a necesitarlos. En invierno se pueden usar calcetines, pero más allá de eso es conveniente dejar los pies descalzos hasta que comiencen a andar por exteriores y requieran el uso de zapatos.
Cómo elegir los mejores zapatos para los primeros pasos del bebé
Una vez tenemos claro que no es necesario ponerle zapatos a un niño en cuanto comenzamos a sacarlo a la calle, ni mucho menos por estética, podemos empezar a clasificar las etapas y momentos que comienzan a abrir la ventana para poder buscar un calzado adecuado para el niño.
El factor más importante será la edad, pero también el comportamiento del bebé respecto a su habilidad para andar, mantenerse en pie, correr y demás. Si quieres saber cómo elegir el mejor zapato para estos primeros pasos del bebé, te dejamos los escenarios más habituales en los que calzar a un niño:
- De cero años hasta la fase de gateo: Si tu bebé todavía no gatea y quieres vestirlo para exteriores lo mejor que podemos hacer es utilizar exclusivamente calcetines, pues estos lo protegerán del frío y le servirán como prenda de vestir, pero le permitirán una movilidad y una comodidad perfecta para su edad.
- Desde el gateo hasta el año: Si, por otro lado, el bebé ya comienza a erguirse y a dar sus primeros pasos y te apetece calzarlo, lo mejor que puedes hacer es contener ese impulso y plantearte realmente si esos zapatos son necesarios. Si el bebé está caminando exclusivamente por casa lo mejor es continuar sin cubrirle los pies, ya que esta etapa es la más importante de todas para su crecimiento y aprendizaje y si le tapas los pies con zapatos en este momento le limitarás la movilidad del pie y el tobillo, y esto repercutirá negativamente. Los calcetines antideslizantes son tu mayor aliado en este caso.
- Desde el año hasta los tres años: Finalmente si el bebé ya anda solo y se mueve por todo tipo de espacios y además quiere explorar por la calle, los parques y otras zonas exteriores, entonces ahora ya sí que ha llegado el momento de buscarle zapatos. Estos deben ser blandos, de tejido noble y con protecciones en la puntera y el talón. Esto es importante para que el bebé sienta el suelo bajo los pies y para evitar lesiones y rozaduras. Sin embargo, por interiores siempre será más recomendado que los descalces.
- De los cuatro años en adelante: El bebé ya estará cómodo vistiendo distintos zapatos, pero siempre será más adecuado que atendamos a muchas de las características de los zapatos mencionados anteriormente y en las que profundizamos a continuación.
Si continúas con dudas o prefieres una atención más personalizada siempre puedes acudir a Lavalencianacalzados.com, una tienda de profesionales de calzados con un amplio catálogo de productos muy variados, para que te asesoren sobre los mejores modelos de calzado infantil, pues, además, cuentan con una sección específica de zapatos para niños en sus primeros pasos.
¿Cuáles son los mejores zapatos para aprender a caminar?
Ahora bien, si te sigues preguntando qué zapatos escoger para que el niño pueda aprender a caminar, siempre existen diversos factores esenciales que no puedes pasar por alto. Para escoger sus primeros zapatos resulta muy importante que te fijes en características como las que exponemos a continuación:
- Asegúrate de que el zapato usa materiales transpirables y que eviten que el pie sude para que el niño esté cómodo.
- Ten en cuenta que la suela debe ser siempre lo más flexible y fina posible para que el niño no pierda movilidad. De esta misma forma, la punta del zapato tiene que ser blanda y ancha; una puntera con protección ayudará siempre a que el niño, si es muy juguetón, esté seguro.
- Busca zapatos que dejen el tobillo sin cubrir para que se fortalezca la musculatura y no se entorpezcan sus movimientos. Así que evita los botines, pues estos reducirán su movilidad y les causarán inseguridad.
- La talla siempre tiene que ser la suya, más vale que sobre un poco que queden muy apretados, pero lo ideal es que se ajusten lo máximo posible a su tipo de pie.
- Evitar siempre los zapatos con soportes plantares comunes. Si el niño necesitase una plantilla por cualquier motivo, lo único recomendable es adquirir plantillas a medida.
Además de todo esto, es muy importante prestar atención a la suela de los zapatos del bebé tras su uso, ya que habrá que estudiar que estas no se desgasten anormalmente rápido y que el zapato no se deforme, ya que de darse este caso convendrá llevar al niño a un podólogo para que se le realice un estudio biomecánico.